jueves, 7 de febrero de 2008

Malas palabras

Hace tiempo que no escribía y tenía muchas ganas de volver a hacerlo, pero no me había hecho el tiempo.
A veces uno quisiera esconder ciertas cosas que piensa y siente, otras veces te exigen que las digas y otras, hubieras preferido callar. ¿¿Cuántas palabras existen??, millones y ¿ Cuántas veces se ocupan mal??, creo que también millones. Algunos días mi madre grita, mi hermano garabatea, mi hermana mayor hiere, el pequeño sueña, la penultima las carcome y mi padre las ignora, no las conoce.
Algunos días esas palabras mal utilizadas, simplemente rebotan, pero hay días en que parece que esas malas ideas rompen, hieren, destrozan, te dejan al límite de lo que deseas y cierras los ojos esperando que vuelvan a rebotar. Quizás esos días todo te destroza: el sol en los ojos, la gente que te mira, el señor de la micro, tus propios amigos y como que todo lo que te rodea se une para hacerte apreciar peor el día o tal vez uno hace que las cosas empeoren.
Otras veces las palabras más amables son "callate", "que eres tonta", "levantate, me tienes que ayudar", "¿alguien te pregunto?", "andate de aqui". Si menciono más, pensarían que la victimización es mi nombre. Lo aceptó, también las digo y también, hiero. No prentendo justificarme, pero si me siento atacada, me defiendo y es lo que, generalmente, todo ser vivo hace.
De repente a mi mente vuelven todos los malos momentos, las malas frases, los malos gestos, las caras deformadas por la ira, por la vergüenza, por el orgullo y por todos esos sentimientos considerados destructibles o perversos. De repente vuelvo a ser esa niña queriendo escapar de esos recuerdos, no los acepto, no los tolero, menos si son contra la gente que amo. Quisiera tener ese armamento gigante, de los paises potencia, que los vuelven inmunes a su propia destrucción. Ojalá fuese esa coraza de metal indestructible por dentro y por fuera, que nada me tocase y con ella poder cubrir a todos aquellos amados. Suelo pensar ¿ Si fuese super héroe o si pudiese pedir un deseo, qué haría?, me imagino disfrazada de mi misma y escondida detrás de mi misma, defendería lo indefendible, me retractaría y pediría perdón a todos aquellos que herí. Una vez quise desaparecer y comencé a disculparme con mucha gente a la que le fui deshonesta, no quería irme pensando que nunca pedí las disculpas que cierta gente se merecía.
"A VECES, PARA MI, LAS PALABRAS MALAS DESAPARECEN CUANDO ADMITES QUE LAS DIJISTE Y CUANDO AL FIN TE PERDONAN POR HABERLAS DICHO"