Tus caricias en silencio, nuestro gran secreto, las palabras al oido y tus labios a punto de chocar con los mios. Es esa sensación que me eriza la piel, son tus manos perfectas recorriendo cada espacio de mi piel, tus caricias expertas, los juegos con nuestros ojos y ambos sabemos, que es ese el momento en que nadie nos prohibe mirarnos. Nadie nos critica por despedirnos con caricias, nadie nos juzga por nuestra ligereza y nadie nos prohibe hablar de nuestras vidas.
Cuando nos volvemos a ver y nos miramos, sabemos que hay algo que es sólo de nosotros, que por más que queramos contarlo a los 4 vientos, no nos atrevemos. Te miro de nuevo, mientras nos topamos en un pasillo, ambos sonreimos, nos saludamos con esa risita pequeña y de complices. Las mejillas se rozan, mis labios piden clemencia para volver a tocar los tuyos, mientras mis manos se derriten por tomar tu cara, mis brazos desean rodearte y volver a sentir tus manos en mi cintura, sentir el bamboleo de nuestro cuerpo al compás de esa música romántica y esa sala que es solo para ti.
A veces pienso que fue el momento más lindo que pudo haber existido, muchos dirian que puedo morir tranquila. Sé que nunca más va a ocurrir esto entre nosotros, suelo imaginarme otro momento como aquel pero las imágenes son de ese día. Sentir tu carita sobre mis piernas, acariciarte el pelo y tu cuello. Mis labios en contra de tu piel, las sensaciones aumentadas al doble. Mi espalda contra tu pecho y nuestros dedos entrelazados para no separanos nunca más, era como un sueño. Nuestras piernas al borde del éxtasis, ¿ cuándo jure que nunca más volvería a tocarte?...agradesco haber roto ese juramento, justo cuando abordaste a tus cometidos y no pensaste que al abrazarme me transforme en tu esencia y viví el momento sólo para disfrutarlo.
De seguro creen que lo que relato es el momento que a todos le gusta, pero error, hubo de todo menos lo que piensan. Cuando lo veo y lo siento cerca, me convierto en agua, las piernas me tiritan y me cuesta mirarlo a los ojos. La sonrisa sale sola, no es necesario que me cuente uno de sus tantos chistes para sacarme la sonrisa, es mirarlo y me produce sensaciones que nadie ha podido hacerlas sentir. Él lo sabe, y lo hemos conversado, sabemos que juntos no construiriamos nada y que podemos disfrutar de esa complicidad, de ese juego entre amigos sin ser algo. Él sabe mis mayores secretos y es algo recíproco, no me importa ya no poder disfrutarte porque por durante 1 hora exististe sólo para mi y, yo sólo para ti. El mundo giraba en torno a nosotros y no habia nada ni nadie que pudiera oponerse. Fue como si todos los planetas se hubieran alineado, las estrellas hubisen brillado más que nunca y nuestros secretos se hicieron uno.
Tu piel es lo que me encanta, tu forma de ser....
" Si algún día no nos encontramos, si algún día no te veo, sé que ya formo parte de ti de alguna manera. Tus labios, tus ojos lindos y las palabras precisas....."
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